Mis amigos siempre me miran extrañados cuando les anuncio mi siguiente aventura ‘solo travelers‘. No conciben que viajar sin un compañero puede ser tan enriquecedor como cuando vas con toda la familia, ¡perro incluido! Soy celosa de mi espacio y de mi tiempo, y atesoro los momentos que me dedico a mí misma; y es que hay cosas que simplemente pueden disfrutarse mejor estando sola.

He visitado Vallarta en varias ocasiones (con familia y amigos) pero quería regresar en plan solitario y buscaba un hotel muy íntimo, sin multitudes, con buen gusto y buena atención, y supe de Casa Velas por una pareja de amigos que planearon su luna de miel en este pequeño hotel y quedaron fascinados. Después de hospedarme entendí por qué.

El encantador Club de Playa

Las suites son bellísimas, con piezas de arte, tonos cálidos y terrazas para pasar horas observando la vista a sus jardines, pero los detalles que me enamoraron son las sutilezas que no pueden pasarse por alto.

Mi suite perfecta: Grand Class

A mi llegada me fue asignado un Concierge Personal que me acompañó a mi suite mostrándome la ubicación de los puntos principales mientras aprovechaba para conocer un poco más de mí y mi motivo de viaje, mis preferencias alimenticias y alergias, y el ritmo con el que buscaba conectar durante mi visita. La plática fue muy amena, sin embargo, esa breve charla fue el detonante de una experiencia por demás sublime en este hotel.

En los restaurantes supieron desde mi llegada que soy alérgica a las nueces, por lo que en sus sugerencias siempre tuvieron cuidado en ello.

Ensalada de vegetales del huerto en Emiliano

En la piscina tuvieron la cautela de mantener cierta distancia para cuidar cada detalle sin interrumpir mi descanso o mi lectura; en el Spa se percataron de mi fascinación por las flores y me invitaron a crear mandalas con pétalos de buganvilias.

Mi bello mandala terminado

Por las tardes recibía un atento recordatorio de las actividades y veladas que organizan en la terraza principal y en el club de playa por si deseaba unirme a ellas, y fue un gran acierto hacerlo, pues una de las ventajas de viajar solo es que puedes conocer gente nueva.

Sus tardes gastronómicas: la oportunidad de hacer nuevos amigos

Además en este hotel encontré un plus que va con mi practicidad; me gusta viajar ligera y el bar de bolsos fue perfecto para completar mi atuendo sin ocupar espacio en la maleta.

Un hermoso diseño hecho a mano

Cada día fue un delicia en Casa Velas. Gracias por sus cálidas atenciones, amigos.

Reseña compartida por Britany C. Huésped reciente de Casa Velas Hotel Boutique

¿Quieres compartir alguna aventura de tu viaje por Puerto Vallarta – Riviera Nayarit?
Escríbenos a: contacto@vallartanayaritblog.com