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Elegantes visitantes llegan a Bahía de Banderas
por Manuel Calderón de la Barca
Las cálidas aguas del Pacífico se han convertido en santuario de una gran variedad de especies marinas y sin lugar a dudas la ballena jorobada es la más distinguida. Estos días han arribado los primeros ejemplares de la temporada. Cada año, de diciembre a abril, Puerto Vallarta tiene el privilegio de contar con el esplendor y la gracia de estos mamíferos, pero ahora adelantaron el largo viaje en busca de la tranquilidad de nuestras costas, para el nacimiento de sus crías.
La hermosa Bahía de Banderas se ha convertido en santuario de una gran variedad de especies y vida marina, en donde sin lugar a dudas la ballena jorobada es la más significativa. Estos días han arribado los primeros ejemplares de la temporada. Cada año, de diciembre a abril, Puerto Vallarta tiene el privilegio de contar con el esplendor y la gracia de las ballenas jorobadas, pero ahora no pudieron esperar más y ya están en casa después de recorrer grandes distancias en busca de la tranquilidad y calidez de las aguas del Pacífico, para el nacimiento de sus crías.
La ballena jorobada, también conocida como megáptera, yubarta, gabarte o xibarte, es la quinta especie más grande de estos mamíferos. Las crías al nacer pesan un promedio de 1.5 toneladas y miden de 4 a 5 metros de longitud. Los machos alcanzan una longitud de 15 metros, mientras que las hembras suelen ser un poco más grandes al alcanzar los 17 metros. Una jorobada adulta alcanza un peso de 45,000 kilogramos y tienen una expectativa de vida de 40 años en promedio.
Las ballenas jorobadas del Pacífico Norte pasan los veranos en aguas templadas, desde las Islas Aleutianas de Alaska hasta las Islas Farallón en California. Durante los fríos meses de invierno, de noviembre a mayo, la mayoría de la población del Pacífico Norte se encuentra en las cálidas aguas de Hawai y México, en dónde se aparean y dan a luz a sus crías.
Su trayectoria migratoria, de aproximadamente 5,600 kilómetros, la realizan a una velocidad promedio de 7km/hr. Investigaciones indican que las ballenas jorobadas pueden utilizar señales acústicas, corrientes, cambios de temperatura y hasta los campos magnéticos, para encontrar su camino hacia las zonas de alimentación y cría.
El avistamiento de estos impresionantes mamíferos es una de las actividades que se pueden realizar y dentro de las maravillas que esta experiencia ofrece es escuchar cómo tanto hembras y machos producen una gran variedad de sonidos, éstos incluyen las frecuencias más altas y bajas que el ser humano puede escuchar.
Cuando las ballenas regresan el siguiente invierno, cantan la canción que estuvo vigente la temporada pasada en las zonas de cría. Un análisis de canciones registradas durante la misma temporada en México, Hawaii y Japón, indica que las ballenas de una misma población cantan la misma canción.
Las ballenas jorobadas pueden ser fácilmente vistas desde tierra, mar o aire debido a su tendencia de congregarse cerca de las costas. Los tours para el avistamiento de ballenas en la Bahía se preparan para brindar la oportunidad de observar estas impresionantes criaturas en su hábitat natural. Los guías profesionales y biólogos especialistas en el comportamiento y protección de estos mamíferos marinos, ofrecen un acercamiento para lograr una mejor comprensión de su mundo.
Sin lugar a dudas, es el sitio ideal para disfrutar de este espectáculo natural que se conmemora cada año.