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El Día de Muertos en México: celebración, folklore, simbología y más

Prepárate para entrar de lleno a este universo de tradición y cultura, ya que el Día de Muertos, nombrado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2008 por la UNESCO, requiere y merece muchos párrafos en esta nota. 

Para empezar, te contamos sobre el origen de esta festividad. 

Origen del Día de Muertos

Foto de Wirestock vía Freepik

Antes de que los españoles llegaran a conquistar las tierras de México, los indígenas ya llevaban a cabo algunos rituales para venerar a las ánimas y los cuerpos de los difuntos.

Por ejemplo, la civilización mexica rendía culto a los dioses del inframundo, Mictecacíhuatl y Mictlantecuhtli, quienes se encargaban de definir el destino de cada ánima. Ambos eran los señores del “Mictlán” o “lugar de los muertos”, el cual se dividía en secciones dependiendo del tipo de muerte que tuviera la persona.

Para que el alma iniciara su camino al más allá, necesitaba ayuda de los vivos. En cuanto alguien moría, las mujeres ancianas comunicaban el deceso a través de llantos y gritos. Después se concentraban los bienes del difunto junto a él o ella y el cuerpo era simbólicamente “alimentado” con los mejores platillos. A los cuatro días, el difunto por fin era enterrado o cremado.

Cuando llegaron los españoles, las creencias católicas europeas se fusionaron con el ritual prehispánico para dar lugar a lo que hoy conocemos y hacemos durante el Día de Muertos, que en realidad son dos días de fiesta: el 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos, en el que recordamos a todos aquellos que murieron sin ser beatos o santos, especialmente a los niños; y el día 2 de noviembre es el Día de los Fieles Difuntos, en el que rendimos honor a todas las ánimas que no han llegado al paraíso.

El altar de muertos

Foto de Wikimedia Commons

El altar de muertos plasma la creencia de que los difuntos regresan al mundo de los vivos para pasar tiempo con sus seres queridos y consolarlos por su pérdida.

Hay muchos tipos de altares, de todos tamaños y colores, pero los más representativos son: los de 2 pisos, los cuales simbolizan el cielo y la tierra; los de 3 pisos, al que se le añade el nivel del purgatorio; y los de 7 pisos, que, según la cultura otomí, son los pecados capitales y los pasos necesarios que debe cruzar un alma para llegar al cielo.

Ofrendas en el altar 

Un altar de muertos busca integrar los 4 elementos (agua, viento, tierra y fuego) y puede llevar tantas ofrendas como te imagines, pero hay componentes clave que no pueden faltar:

La fotografía del difunto se coloca en el primer nivel del altar. Puede ser un altar dedicado a una sola persona o a varias.

Es la representación del viento y la alegría a través de distintos colores y formas.

El agua se ofrece para que los difuntos mitiguen su sed después del recorrido que hacen para visitarnos. Por su parte, la sal es el elemento de la purificación.

La flor de cempasúchil, también conocida como “flor de veinte pétalos”, es originaria de México y es típica de la temporada. En Mesoamérica la consideraban como la más bella de todas. Se cree que sus pétalos guardaban el calor del sol por su color anaranjado intenso, e iluminaban el camino de regreso a las ánimas.

La cruz es un símbolo incorporado por los españoles con el fin de introducir el catolicismo en México. La cruz de cal en el altar, además de hacer referencia a la religión, representa los cuatro puntos cardinales (norte, sur, este y oeste), vitales para guiar a las almas en su camino de regreso.

El “tzompantli” de la era prehispánica era una especie de altar para el sacrificio a los dioses, el cual contenía cráneos reales. Los españoles decidieron sustituirlos por cráneos elaborados con alfeñique, que es una confitura de azúcar de caña, decorados con azúcar glass de colores. Incluso es común que cada persona viva tenga una calaverita con su nombre; esto es para recordarnos que la muerte es parte de la vida.

Las velas, con su luz y su fuego, guían a las ánimas hacia el altar y sus ofrendas.

Suelen colocarse las frutas de la temporada, como mandarinas y naranjas, para brindarle un aspecto más natural al altar, con mayor color, y para nutrir a los difuntos.

El origen del pan de muerto proviene de los sacrificios prehispánicos que los hombres realizaban a los dioses, principalmente los corazones de las princesas. Durante la colonización, los españoles cambiaron esto y simbolizaron dichos rituales a través de un pan, el cual se bañaría con azúcar pintada de rojo (aunque actualmente no suele ser de este color).

La forma circular del pan significa el ciclo vida-muerte. El círculo del centro simboliza el cráneo y los costados las canillas y las lágrimas derramadas por la ausencia de los seres queridos.

Los aromas son muy importantes al momento de atraer a las ánimas; es por ello que el copal o el incienso son vitales en el altar, pues su esencia, además de agradable, se considera“purificadora”, es decir, se limpia el ambiente de los “malos espíritus”.

Con esto se personaliza el altar. Uno de los momentos más especiales al armarlo es cocinar para nuestros seres queridos que ya no están presentes y ofrecerles sus bebidas y platillos favoritos. Es una manera muy especial de darles la bienvenida.

Ilustración de Velas Resorts

Calaveritas literarias, catrines y catrinas

Se dice que los mexicanos tienen arraigada a su cultura y personalidad la picardía, y que son los únicos en el mundo en “burlarse de la muerte”. Pues bien, más que una burla, es encontrarle el humor y la alegría a todo momento. Las calaveritas literarias son un gran ejemplo de esto y, aunque no surgieron específicamente para la celebración del Día de Muertos, años más tarde se atribuyeron a esta fecha por su temática.

Escritas en forma de verso con rimas, nacieron en el siglo XIX como una forma burlesca y satírica de expresarse. La primera fue publicada en 1849 por el periódico “El Socialista” de Guadalajara, acompañadas de una ilustración llamada “La Calavera Garbancera” creada por José Guadalupe Posadas, la cual criticaba a las mujeres indígenas que pretendían ser europeas, y a quienes se les apodaba “garbanceras”.

Años más tarde, el muralista Diego Rivera incorporaría esta calavera a una de sus obras, llamándola “La Catrina”, y desde entonces las conocemos con ese nombre.

La Calavera Garbancera por José Guadalupe Posada
Foto vía Wikipedia

Te compartimos un extracto de la famosa Calavera Garbancera:

Hay hermosas garbanceras

De corsé y alto tacón;

Pero han de ser calaveras,

Calaveras del montón.

Gata que te pintas chapas,

Con ladrillo o bermellón;

La muerte dirá: ‘No escapas’,

<<Eres cráneo del montón>>.

José Guadalupe Posada

Festival en Puerto Vallarta

Cada año podemos ver en el Malecón de Puerto Vallarta exposiciones de artistas locales con la temática del Día de Muertos; entre calaveras y altares los visitantes pueden recorrer este lugar mientras admiran nuestra tradición mexicana. Este 2022, el bello destino no nos deja de sorprender y se ha colocado una Catrina de tamaño monumental a unos pasos de los famosos arcos. Con una medida de 23 metros de altura, se busca romper el Récord Guinness de La Catrina más grande del mundo, ¿crees que lo logren? El festival estará del 27 de octubre al 6 de noviembre con una variedad de actividades para todos.

Foto vía Gobierno de Puerto Vallarta

Como puedes ver, el viaje al universo de los muertos está lleno de vida. A raíz de la famosa película de Disney, Coco, la celebración mexicana ha sido comprendida a nivel internacional. No importa en qué lugar del mundo te encuentres, ¡cuéntanos cómo le rindes honor a tus seres queridos o dinos qué es lo que más te gusta del Día de Muertos en México!

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